A pesar de la pereza me he obligado a ir al gimnasio y meterme en el agua. Han sido 1600 metros, supongo que vendrán días mejores. Lo positivo es que a pesar de no apetecerme nada he acabado en el gimnasio haciendo como que entrenaba.
A ver si mañana cuando me levante por la tarde estoy más descansado y puedo hacer algo un poco más serio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario