Después de descansar el viernes y de hacer un ligero calentamiento y 4 x 100 progresivos el viernes, el domingo Esteban, Antonio y yo disputamos (unos más que otros) la media maraton de Sant Cugat.
Las sensaciones el domingo al levantarme ya no eran buenas, estaba cansado y las piernas estaban duras y pesaban múcho más de lo que deberían después de 48 horas de descanso. La noche anterior no descansé nada bien, me despertaba cada hora y me acosté tarde, no llegué a completar cinco horas de sueño.
Ya en la salida un speaker comentó que la primera mitad de la prueba era un tobogán con contínuas subidas y bajadas, pero que a partir del kílómetro 11 era todo una bajada suave con algún tramo llano. Ja! Después de escuchar esto parece que las piernas se recuperaron un poco y decidí intentar bajar de 1:23'':00... lo que pasa es que el speaker debía ser de otro pueblo porque el recorrido no era así ni por asomo. Había contínuas subidas y bajadas, el circuito era un rompepiernas total hasta el kilómetro 17 donde se convertía en un falso llano que picaba hacia arriba y en el 19 había una bajada de unos 70 metros tan pronunciada que a cada zancada los cuádriceps parecían que iban a estallar.
En la salida no me coloqué nada bien. Esteban y yo estábamos muy atrás, creo que casi al final, y cuando empecé a correr me costó mucho adelantar a la gente que iba más lento al principio de la prueba porque había pocos espacios. Tuve que hacer algún cambio de ritmo para meterme por los huecos y adelantar al personal.
Por cierto, ayer corrí la prueba con 80 kilos. Esto quiere decir que me sobran 3 kilos para poder correr en mi peso y ese lastre también se nota bastante.
Así que por culpa del descanso, el perfil, la salida y los kilos hice 1:24:08. Sé que esta entrada parece que la haya publicado Fernando Alonso porque sólo hay excusas, pero demostraré que son verdad cuando el la próxima media, probablemente el día 28 hagamos la del Mediterrani, haga 1:20:00.
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