lunes, 10 de diciembre de 2007

OTRA VEZ CAMPEÓN

1 comentario:

Anónimo dijo...

Javier Gómez Noya nació en Ferrol (Galicia) hace 23 años y acaba de convertirse en el primer español en conquistar la Copa del Mundo de Triatlón. Uno más de nuestros grandes campeones, pero éste tiene algo, mejor dicho mucho, de especial. Cada vez que se lanza a por los 1.500 metros de natación, los 40 kilómetros de ciclismo y los 10 kilómetros de carrera a pie se juega literalmente la vida, si atendemos a la opinión de algunos expertos médicos consagrados.

Noya sufre una valvulopatía aórtica congénita que podría causarle la muerte súbita a causa del esfuerzo de la competición. De hecho, un informe de la responsable médico del Consejo Superior de Deportes (CSD), la cardióloga Araceli Boraíta, señala que esa enfermedad hace que el triatleta gallego “no sea apto para la competición de máximo nivel”, pues la patología cardiaca que padece “haría peligrar su vida en caso de seguir compitiendo”.

Sin embargo, Noya se ha resistido siempre a renunciar a su carrera como deportista de alto nivel y para ello se basa en la opinión de sus médicos personales, Nicolás Bayón y William McKenna. Ya en 2003, el diagnóstico de éstos a favor de su continuidad en activo junto a la decisión del ferrolano de asumir personalmente cualquier posible percance le permitió proclamarse campeón del mundo sub’23 de triatlón. “Soy el primer sorprendido porque con un mes de entrenamiento era muy difícil estar ahí, pero en la prueba me encontré muy bien, corrí con cabeza y conseguí ganar. Los partes médicos prefiero dejarlos aparcados y mirar hacia el futuro”, declaraba entonces Javier.

Y cuando parecía que sus problemas administrativos eran un asunto del pasado, el 13 de abril de 2005 el CSD pidió a la Federación Española de Triatlón (FET) la inhabilitación de su licencia federativa basándose en el informe de Boraíta. “Me da mucha lástima por él, porque es un gran deportista y una excelente persona, además de ser un tipo muy inteligente. Es un potencial medallista olímpico y, desde un punto de vista egoísta, a nadie le interesa más un potencial medallista olímpico como él que al Consejo Superior de Deportes y de la Federación, pero lo principal es su salud”, argumentaba entonces Andreu Alfonso, director técnico de la FET.

Nuevamente Noya se rebeló contra la resolución del CSD. A su favor, el aval de Bayón y McKenna como defensa, y sobre todo su testarudez y su pasión por el triatlón como estilete. Así consiguió que en febrero de 2006 le devolviesen su licencia para competir, para triunfar.

“Es el deporte que me gusta y a lo que quiero dedicarme y, si he luchado tanto para recuperar la licencia, es porque mis médicos me aseguran que no hay ningún inconveniente para que practique este deporte. Yo no hago triatlón para jugarme la vida o hacer el loco, sino porque me gusta. Soy el primero al que le importa mi salud. No compito a tontas y a locas”, explicó al volver a la competición. “Me he sentido perseguido como un criminal porque han tratado de que no compitiese enviando cartas a los organizadores, pero ahora ya no hay que darle más vueltas ni echar la vista atrás. No creo que tuvieran mala fe, pero deberían haber abierto los ojos y ver qué opinaban otros cardiólogos, algunos los más reconocidos del mundo en este tema. Ellos hacían caso a su especialista, pero no estoy de acuerdo de que obviasen al resto. Mi beneficio ya lo salvaguardo yo”, añadía.

Pero las piedras en el camino son inherentes a la carrera de Javier Gómez Noya y entonces llegaba el problema deportivo. Entre la lucha por recuperar su licencia, los chequeos integrales a los que se somete cada tres meses en Londres y, sobre todo, el largo tiempo de recuperación física necesario tras cada prueba, el gallego sólo ha podido competir en 8 de las 16 pruebas de la Copa del Mundo (todas ellas han contabilizado para su registro final, ya que se escogen los 8 mejores resultados de todo el año). ¡Y aún así es CAMPEÓN! Triunfos en Madrid y Hamburgo, dos segundos puestos en Pekín y Jordania, un tercero en Canadá y, por último, dos décimos en Qatar y Lausana, sumados a la victoria en Cancún este fin de semana le han valido hacer historia.

¿Y el futuro qué le tiene reservado? Quién sabe. Lo que nadie duda es que Noya preparará concienzudamente el Mundial que se celebrará en Hamburgo. “En este tipo de deportes tan duro o eres humilde o te hundes, porque en cuanto te llegas a creer algo, dejas de entrenar y estás perdido”, es una de las frases que más se escucha en boca del triatleta gallego. Un deportista todo corazón, nunca mejor dicho. Javier Gómez Noya, campeón del mundo a vida o muerte.